MITO 1.- “A partir de cierta edad, nada se aprende”: falso.
Precisamente es la plasticidad del cerebro humano la que está causando la mayor revolución entre los estudiosos del comportamiento y del aprendizaje humano. Porque ya sabemos que aprender y memorizar permite cambiar las conexiones (sinapsis) entre las neuronas, siendo precisamente lo que nos personaliza, ya que cada individuo realiza el aprendizaje de una forma diferente.
Los especialistas en aprendizaje recomiendan mantener nuestro cerebro en forma obligándonos a aprender cosas nuevas. Es muy recomendable aprender un idioma nuevo a partir de los 40-50 años, ya que además de proporcionarnos la satisfacción de ampliar nuestras posibilidades comunicativas, mantiene la plasticidad de nuestro cerebro.
MITO 2.- “En el aprendizaje sólo utilizamos el 25% de nuestro cerebro”: falso
Cuando estamos centrados en una actividad, el 100% de nuestro cerebro está en marcha. No es que sólo utilicemos una parte selectiva del cerebro, sino que utilizamos un tipo de aprendizaje selectivo que activa sólo aquellas partes del cerebro que necesita.
En el aprendizaje lo que cuenta no es la atención, sino la curiosidad. Los educadores son conscientes de que lo que favorece el aprendizaje en los niños es aquello que despierta su curiosidad, no su atención. Porque la curiosidad es la activación de la emoción que nos pone en alerta y abre el camino al aprendizaje, la memorización y la fijación de contenidos.
MITO 3.- “El Genoma es una estructura rígida”: falso
Los fisiólogos y neurólogos utilizan continuamente el genoma humano como fuente de explicación de nuestros comportamientos y de nuestros trastornos de comportamiento.
Pero las últimas tendencias en neuro-psiquiatría apuestan por el Ambioma como el conjunto de vivencias y comportamientos que definen nuestro estilo de vida. Y algunos estilos de vida no adecuados son la verdadera causa de algunas enfermedades.
Lo que conviene no olvidar es que somos nosotros quienes programamos nuestro estilo de vida, así que también podemos desprogramarlo. Es una tarea difícil que nos exige determinación y energía, pero que podemos llevar a cabo gracias a la plasticidad que nos garantiza nuestro cableado neuronal.
Si iniciamos un aprendizaje positivo y nos trazamos una hoja de ruta, podremos utilizar nuestra capacidad de atención, curiosidad y aprendizaje para activar las emociones que abren las ventanas al conocimiento.
En definitiva, estamos hablando de ser responsables de nuestras acciones y de reconocer nuestra capacidad para generar felicidad y satisfacción. Estamos hablando de acción, de responsabilidad, de emprendimiento saludable, de aprovechar la plasticidad de nuestras neuronas para diseñar o rediseñar un Ambioma que nos permita activar nuestra capacidad de aprendizaje y reinvención.
Nota para curiosos: recomiendo leer al Dr. Francisco Mora Teruel, doctor en Medicina, Fisiología y Neurociencias. Como suele pasar, este gran especialista no ha empezado a ser leído hasta que Oxford lo ha nombrado doctor honoris causa.