Foto por Rio Murr (via Flickr)
(Este artículo forma parte de la serie Neurobics para toda ocasión. No te pierdas el resto.)
Artículo original escrito por Jero Sánchez. Sígueme en Twitter.
Y llegamos al final de esta serie, presentando 15 nuevos ejercicios neuróbicos, esta vez para practicar en tiempo de ocio –más uno que @Chunow, un lector del blog, me hizo llegar por Twitter hace unos días :-)
Muchas actividades de ocio contienen una gran dosis de ejercicio neuróbico, pero no siempre es así. El ejemplo más claro es ver la televisión. Se ha demostrado que ¡ver la televisión es menos estimulante, desde el punto de vista neuróbico, que dormir! Por supuesto, a veces es necesario poner el cerebro en “stand-by”, pero siempre será mejor buscar un equilibrio.
51. Viaja a lugares nuevos. Y no te limites sólo a conocer lugares diferentes. Trata de entablar relación con la gente del lugar, comer en restaurantes típicos –no en el McDonalds–, recorre mercados y calles populares, viaja en transporte público. En definitiva, trata de integrarte como si fueras un lugareño más.
52. Ve de acampada. Definitivamente, un fin de semana en tienda de campaña junto a un río, rodeado de árboles y animales, en el que tienes que hacerte tu propia comida al fuego de una hoguera, no es lo mismo pasarlo junto a una piscina en un complejo hotelero junto al mar :-)
53. Participa en proyectos comunitarios. Si existe algún grupo de vecinos que se organizan para realizar tareas comunitarias, únete a ellos. No sólo socializarás, sino que utilizarás tus habilidades de formas diferentes que de costumbre.
54. Ten unas vacaciones activas. No te limites a “vacacionar”. Prueba a ir a una granja de un conocido y trabaja cuidando los animales; o únete a algún grupo ecológico para la protección de especies animales en alguna región lejos de tu casa; o alístate como voluntario para ayudar a grupos marginados. Hay muchas opciones.
55. Desarrolla tu creatividad. Apúntate a algún taller de escritura, música, escultura, arqueología, fotografía, actuación, o cualquier otra cosa que siempre hayas querido hacer. Cuanto más novedoso, mayor el reto y más neuróbico.
56. Sal de viaje sin tener un plan. Súbete en el coche y decide sobre la marcha dónde ir. Ni siquiera tiene por qué tener una duración definida. Deja que el azar o tu intuición te lleve a lugares diferentes –por cierto, puedes aprovechar para mezclar ejercicios de la parte dedicada a los traslados.
57. Exprésate. Reúnete con unos cuántos amigos o familiares. Toma papel y pinturas de cera o “crayones”, y haz que cada uno dibuje algo relacionado con un tema común. También podéis utilizar un papel grande y pintar un mural entre todos. Para aumentar la dificultad neuróbica, probad a utilizar sólo los pies para pintar.
58. Desarrolla tu lado audivisual. Graba un programa de televisión, reprodúcelo sin sonido y crea tu propio guión; luego ensáyalo con otras personas y, cuando estén listos, vuelve a reproducirlo sin sonido y con vuestras voces. Reproduce un vídeo familiar con diferentes tipos de música de fondo, y comprueba cómo cambian las sensaciones que transmite. Haz tu propia película, con la familia, o haciendo entrevistas a la gente. Forma una banda con instrumentos de la cocina –o si te atreves, con instrumentos reales. Lee una obra de teatro en voz alta, como si la estuvieras actuando…
59. Habla en silencio. Aprender un idioma extranjero ya es de por sí estimulante, pero aún lo es más aprender a comunicarte con el lenguaje de signos de los sordomudos. También puedes aprender mímica y jugar con tus amigos y familiares a reproducir ideas o historias con gestos.
60. Juega a “las 10 cosas”. A partir de un objeto cualquiera que elija un amigo o familiar, menciona 10 cosas distintas para las que se pueda utilizar, o en las que se podría convertir.
61. Juega a “qué sonido es” Graba sonidos durante la semana y, durante el fin de semana, haz que otros lo escuchen y adivinen de qué se trata.
62. Practica el “cerebrotón”. La rutina de la caminadora del gimnasio no es muy neuróbica que digamos. Sal a correr –o caminar– al exterior, toma rutas diferentes tratando de adivinar dónde te llevarán, juega mentalmente con las reacciones que tendrá un perro que pasa, etc.
63. Disfruta el parque cerca de casa. Prueba actividades diferentes como observar de pájaros y especies de plantas, alimenta a los patos del lago, juega con un pequeño barco de vela o construye uno, siéntate en un banco y trata de adivinar lo que ocurre a tu alrededor con los ojos cerrados.
64. Inicia un nuevo hobbie. Por ejemplo, puedes interesarte por la pesca, o aprender a manejar algo nuevo –como un ordenador, una tabla de surf, un monociclo, un instrumento musical–, aprender a escribir a máquina de verdad –no con dos dedos–, construye maquetas –por ejemplo, con un ojo tapado–, etc.
65. Cuida tu jardín. No importa si tienes un patio o simplemente una terraza con unas cuántas macetas. Cuidar las plantas es un ejercicio neuróbico, porque intervienen casi todos los sentidos.
BONUS (cortesía de @Chunow). Al escuchar música, concéntrate en un instrumento particular y sigue su evolución a lo largo de la pieza –como dice @Chunow, ¡despeja que da gusto! ;-)
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