El 28 de febrero, día de Andalucía, una bolsa de aire muy frió retrograda se situó al sur de Portugal dejando abundantes precipitaciones en forma de nieve en la Sierra Norte de Sevilla, alcanzando en algunos puntos espesores de hasta 15 centímetros en pueblos como Alanís.
Sierra Norte de Sevilla nevada
Alanís, situada a 660 metros sobre el nivel del mar.
Posteriormente, la bolsa de aire frió se fue moviendo de oeste a este afectando a Cadíz, Málaga, Granada y Almería. En Málaga y Granada la inestabilidad se tradujo en una fuerte tormenta que dejo intensas granizadas en Málaga capital y una intensa nevada en buena parte de la provincia de Granada dejando en la capital unos 6 centímetros de espesor.
Granizada de Málaga
Granada nevada con la Alhambra al fondo.
Ya en el día 1 de marzo, la bolsa de aire frió se fue desplazando por todo el mediterráneo de sur a norte dejando nevadas importantes en Albacete y sobre todo en la provincia de Castellón, dejando en esta última espesores superiores al medio metro de nieve.
Sur-este de Castilla la mancha, vista desde satñelite
Provincias de Castellón, Teruel y Tarragona nevadas vistas desde satélite