Ni sumisa ni devota

Publicado el 10 noviembre 2018 por 50palabras @50palabras_
Siempre había sido tan silenciosa. Aceptaba todo lo que se le pedía. Cuando llegaba a casa, estallaba en lágrimas y dolor. Ser así, era una cualidad tan bien vista por la sociedad.
Un día algo cambió. El silencio encontró su voz. Dejó de ser invisible. Todos creyeron que había enloquecido.
Escrito por Silvana Alexandra Nosach - Facebook