B ha pasado de una tos latosa a alguna otra cosa que le provoca fiebre, la hizo vomitar y la pone sentimental.
Ahora mismo, dos horas después de la hora en que se acuesta a dormir todos los días, sigue despierta, quejándose: quiere que prenda la luz, quiere acostarse en mi cama y poner sus pies en mi cara... Hace un ratito, decía: "me pasa algo".
He salido de la habitación a tomarme un descanso, porque por más que entienda su irritabilidad, es cansado oír quejas y lloros. Ahora regreso a ver cómo está.
Silvia Parque