palpita, se agita, golpea como el martillo al cemento, como los meteoritos en los tiempos primeros, como las balas en las guerras perdidas, como los gritos en las torturas, como las aguas heladas en las tormentas nocturnas.
palpita, se agita, ebulle la poca sangre que queda. Coágulos de lágrimas que invaden el horizonte muerto, que rasguñan la piel seca, los surcos rotos. Saliva venenosa que el silencio concentra, que el miedo afina. como arena del tiempo que en el agotamiento la garganta ya no escupe, como tierra infértil que llena la boca y los delirios libera.
palpita, se agita, ya no ríe, ya no llora. Avanza sin sombra, el sol oculta. Las rocas envidia, el olvido añora. un día que no tendrá mañana. Un momento que no tendrá espejo ni figura ni recuerdo.
no palpita
eternosin universo