No se que me pasa. No me estoy reconociendo. Quiero que estas energías negativas se vayan, se pueden ir con la canela que ando cargando, se pueden ir lejos busquen otro portador y dejarme ver los reflejos del sol porque yo quiero volver a sonreír desde el alma y no como una mera costumbre arraigada durante toda la vida. Quiero más días luminosos, lejos de pensamientos negativos y de resentimientos, resentimientos que verdaderamente no siento. Nunca los he sentido hacia nadie, no quiero adquirir costumbre dañadoras del espíritu. Llévense todo esto, no lo necesito, no lo quiero porque mal a mi raíz le hacen.
Mientras escribo me pregunto si es correcto decirlo acá, al mismo tiempo me da un poco de vergüenza (no se a que). Pienso este punto y creo que la respuesta esta en mi. Me da miedo leerlo en un futuro y decir como fuiste capaz, cómo lo haces público; de quizás no lograr comprenderme. Pero es relevante, puede llegar a serlo en algún minuto. De seguro solo lo mirare y sí esta bien escrito lo compartiré en un grupo de escritura de forma feliz y rauda. Le encontrare el sentido de su paso, el cual ahora no logro descifrar. Pasara a ser parte de una etapa y este el punto de un compromiso de sanación.
El enemigo número uno somos nosotros mismos con nosotros. Nos dejamos aplastar el corazón, olvidamos el norte y dejamos que la corriente nos lleve hacia la tormenta. Yo he decidido salir, no tengo porque dejarme llevar. Tomare mis escritos con tinta roja, los filtrare y reconsiderare mis decisiones. Los analizare ahora cuando todo es mucho mas claro y sin presencia de favoritismos. Tendré sí bien presente las palabras de Angie: “Ten más confianza en ti misma, que no te de vergüenza aceptar regalos, ayuda o lo que la gente quiera pagarte por lo que haces, porque sientes que vine de arriba. Todo paso por algo y tu harías lo mismo en su lugar“.
Este proceso de sanación inicio hoy a eso de las 20 horas escuchando a un joven cantautor valdiviano, de esos que cantan con el alma y la voz melancólica dedicando los acordes a la libertad, al amor, a la aurora, a la naturaleza. Cada nota me hizo viajar y recordar los escritos de mi hermana, uno en especial.
“La vida, todos dicen que la vida humana es un derecho es algo que no se elige por otro ni siquiera por uno mismo pues sí tú matas a otro esto es un asesinato (un crimen), sí tú te matas es un suicidio ( un crimen) las dos cosas son lo mismo al fin y al cabo, pues por las dos te juzgan, la primera un juez que según su punto de vista te encarcela por uno o mil años, la segunda, ya estas muerto así que no pueden hacer más que enterarte y como te mataste no es digno que valla un cura a tirarte agua que saco de la llave y por esto quizás al que está muerto no le influye o quizás sí, no se sabe porque nadie a muerto y a vuelto para contarnos como fue y donde vas… Pues esto se contrapone con lo que dice que todos tenemos derechos de elegir nuestro futuro, y si una persona quieres que su futuro sea estar muerto, ¿quién se lo impide??? bueno sí.. todo el mundo, pero lo malo del mundo es que te lo impide, pero no saben que te lleva a eso. Realmente nadie sabe que piensas, quieres, no saben contra que te enfrenta cada día, pues eso es algo que no hemos hecho nosotros con nosotros mismos alejarnos del humano el alma que está al lado. Hemos olvidado que como yo, tú igual tienes sentimientos, recuerdos, vivencias traumáticas y alegrías, pues tienes de todo un poco, y yo igual porque así somos nosotras y todo el mundo, así nos movimos, ese es nuestro combustible, fortaleza o quizás lo que destruye nuestras barreras de protección una vez al año, a la semana, al día… y mucho más de lo que tú te imaginas… Te dejó pensando en esto y me voy a algo que un día me dijeron algo que me dejó pensando en lo que es la muerte y el nacimiento:
Sí todo el mundo dice que cuando uno muere o está muriendo ve un túnel: un túnel que es oscuro y al fondo de este hay una luz que a todos atrae…. Has pensado quizás que ese túnel que ves es el vientre de tú madre que está en el parto y esa luz que ves al fondo es la luz del día o de la sala de partos, ¿lo has pensado alguna vez??? y más aún uno nace llorando, piensa, que naces llorando porque tienes pena por todo lo que estas dejando, quizás tus hijos, tú esposo, tus padres, tus amigos..
Piénsalo, piénsalo me da pena no recordar a quién deje atrás, quizás no recordar a quién ame, quieres eran mis hijos o mis padres…Dios, me da una pena no recordar nada de mi pasado… Pues esto me hace creer que hay vida después de la muerte, pero lo que odio de esto: es no recordar que fui, quién fui, que quería, que era… Quizás me guste, quizás no, realmente odio la incertidumbre”.
Ando buscando lo que fui hace unos años y lo que perdí cuando me deje llevar por la rutina. No quiero olvidar lo que mas me gusta de mi, no es justo que me deje. Por un mundo donde las sonrisas verdaderas abunden y que no tengan porque significan SI siempre, los mejores No han sido dichos con una sonrisa.