Todo el tiempo tenemos pensamientos cruzando por nuestra mente. Vienen por sí solos, a la menor provocación, y uno solo, si lo desarrollamos, puede ocasionar un flujo interminable de asociaciones: pensamientos, sensaciones y emociones, recuerdos.
El problema es que la mayoría de estos pensamientos son negativos y, al tenerlos constantemente en nuestra atención, terminamos por sentirnos mal, deprimidos, pesimistas. Puedes pensar que eres feo, que no mereces lo que quieres, que la situación en que estás no te favorece, que nadie te estima, que lo que deseas es imposible.
Pero, la verdad, es que no todo lo que pensamos es cierto. Ésta es una buena noticia, ¿no te parece?
Hace algunos artículos ya, propuse un ejercicio que ahora veo en otra luz y que pienso puede ayudarte mucho a sentirte mejor día a día. Si quieres verlo en su aplicación anterior y para complementar lo que escribo ahora, ve aquí.
Simplemente consiste es preguntar ante todo pensamiento en el que te estés deteniendo: ¿Es cierto?
Así de fácil. No todo lo que piensas es cierto y no todo lo que crees y supones sobre el mundo, la vida, tu persona, y tus semejantes es cierto. De hecho, más que ser verdades, muchos de tus pensamientos y la mayoría de tus creencias son decisiones. Cosas te suceden en la vida, pero cómo decides verlas, el valor que tienen ante ti es algo que defines activamente. Pruébalo tú mismo, haz el ejercicio.
Dime, ¿qué cosas estás convencido de que son ciertas?
Puedes decidir en qué poner tu atención, tu energía vital. Lo importante no es si algo es cierto, si no qué quieres tú para ti. Te comportarás de acuerdo a todo aquello sobre lo que estés convencido. Tú decides en qué crees, cuál será la plantilla con la que tomarás tus decisiones de día a día.
Ha habido gente que ha sabido que el sol gira alrededor de la tierra. ¿De qué estás tú totalmente seguro? Atrévete a dudarlo, a tomar voluntariamente una nueva forma de ver las cosas. Tu mente te pertenece, puedes escoger qué poner en ella, escoge lo que mejor te sirve para llegar a donde quieres estar.
Con el tiempo, podrás detener los pensamientos que no desees, podrás verlos antes de que se apropien de todos tus recursos físicos mentales y emocionales. Este ejercicio te ayudará a ser consciente del contenido actual de tu cabeza y decidir conscientemente sobre tu vida. Tus pensamientos te van definiendo entre más los tienes. Créate a ti mismo.
¿En qué estás pensando ahora?