Paraliza porque yo misma no me he atrevido a opinar en todo lo que está pasando, pero ya es difícil quedarse callado. En mi ciudad esta sucediendo algo que ya es inhumano, ya hay mucha gente sufriendo, incluyéndome entre ellos porque en mi familia también han pasado situaciones que los ha convertido en víctimas. Yo en mis tiempos libres, cuando debería de emplearlos en divertirme, últimamente los dedico a sufrir frene a la pantalla de mi notebook, porque me faltan horas para leer todo lo que pasa en Monterrey. Y pareciera que pierdo el tiempo puesto que en realidad no gano nada con enterarme porque igual no puedo hacer nada. Y entonces me voy a las páginas de Twitter, y veo los posts de los alcaldes, el gobernador y hasta el presidente, se la pasan escribiendo condolencias y por lo que veo ellos pierden más el tiempo que yo. Yo vivo lejos de mi tierra y lo único que me conecta es ésta computadora, pero ellos están ahí ¿qué chingados hacen escribiendo en twitter sus estúpidas condolencias? En los Estados Unidos cuando algo grande sucede, gobernadores y a veces el presidente mismo va a visitar el lugar por lo menos como símbolo de apoyo, pero en dónde diablos está metido el gobernador del estado en Nuevo León?
Ví un video recientemente en facebook que habla de que los mexicanos somos los culpables de lo que sucede, es cierto, somos más responsables que el gobierno. ¿Pero ahora que lo sabemos qué estamos haciendo al respecto? Yo para empezar ya no me quedaré callada, si cada post de mi blog tengo que hablar de lo que sucede en el día en Monterrey, hablaré al respecto, si no lo hacía era porque la verdad a mi también me daba miedo hacerlo. Soy de Monterrey también, y he estado viendo lo que le pasa a la gente que realmente opina. Realidad que me obliga a ver y callar, realidad que me obligó a no enviar a mi hijo a disfrutar sus vacaciones a tan linda tierra. Pero ya es suficiente de temer, porque estar paralizado es lo mismo que estar muerto.
La foto que puse aquí es de uno de los atractivos de mi ciudad, es la fuente de la vida, no dejemos que se seque.