No hay que perderla

Publicado el 09 enero 2015 por Javiermb913

Me pierdo en vacíos que quisieron acabar conmigo antes de tiempo, en vías de tren cuyos raíles ya no chirrían por el paso del tiempo, caigo y caeré ante imperios que se levantaron cuando el Sol estaba en lo más alto.

Siento que a cada segundo que pasa el reloj da marcha atrás hacia un 0 que será inevitable, que llegará y hará explosión en todos mis sentidos, en todas mis verdades y en todas mis mentiras, aquellas que conté para salir del paso y que ahora me sobrepasan, que ahora me pierden, que ahora me restan.

Y grito,  y chillo, y solo se escucha el eco de mi voz pendiente de respuesta, de que alguien me escuche. Pero ya nadie escucha ecos, eso es de otros tiempos, ya nadie escucha ecos porque ya nadie camina tras los pasos, ya no queda nadie, nadie, nadie… el eco es aire vacío de palabras, de suspiros, de agitaciones provocadas por el miedo, que solo fueron un parche para una herida que no tenía remedio. Nunca lo tuvo.

Las balas provocarán las heridas, disparadas desde una bomba de metal fría y gris, una bomba que alimenta y daña a la vez. En este caso mató sin querer, quizás queriendo, ya no sé. Muerte que no llevó a otro mundo sino que se perderá entre vivos para que duela aún más. Y es que no hay peor muerte que vivir estando muerto.

¿Y ahora? Ahora solo silencio, a pesar de que sigo gritando. Ya solo silencio porque no sirvió de nada agitar las manos, ni los vientos, ni el murmullo, ni las voces.

Ya solo silencio porque entendí que vida solo hay una y no hay que perderla gritando que perdí todo aquello que tenía a mi lado.

No hay perderla gritando que perdí todo aquello que tenía.

No hay que perderla gritando que perdí todo.

No hay que perderla gritando que perdí.

No hay que perderla gritando.

No hay que perderla.


Tagged: aprovechar, blog, literatura, perder, reflexion, relato, vida