Hace unos meses, aquí, os hablaba sobre el grupo de Facebook de Cadena de Favores al que me había unido, y creedme si os digo que estaba ilusionada con el proyecto. Quizás lo idílico de la propuesta me cautivó, e imaginé algo como no debía.
Lo más seguro es que mi idea del grupo no fuera la misma que la de la creadora, pues comprobado ha quedado que nuestras opiniones son muy dispares, con la diferencia de que yo siempre he creído en algo, y defendido una idea y unas normas, cuando en su caso eso se ha visto condicionado por según de quién viniera el tema.
No pretendo escribir un tratado sobre el tema, pues lo único que quiero es cerrar un capítulo -o capitulillo- de mi vida, soltar lastre y pasar a otra cosa que merezca mi atención. Igualmente no quiero entrar en descalificaciones, pues intento ser todo lo educada que la situación me permite, y como esta vez me lo está poniendo difícil, intentaré ser breve -sí, lo sé, ahora os estáis partiendo la caja, porque no me creéis capaz... No sois los únicos, yo tampoco...-, y acabar con esto cuanto antes.
Sabido es por muchos, al menos de los que me leen asíduamente, que cuento con 25 primaveras, y sabido por menos -pues es necesario conocer más que lo que aquí se expone-, que de inocente e inmadura, tengo más bien poco, y que si hay algo que me gusta es el orden y la buena ortografía -ahora es cuando cometo una falta, y me lo recordáis toda la vida, lo sé, lo asumo-. Pues bien, una de las primeras lanzas que tuve que recoger de la señorita en cuestión fue sobre mi edad, y que me llamara inocente por ello... Creo que estamos en unas épocas en las que, por más mayor que seas que otra persona, no quiere decir que sepas más, o que te puedas hacer a la idea de la inocencia o madurez de esta sólo por una cifra. Antes de faltarme al respeto como hizo, excusando la edad en mi visión del grupo y su moderación, mejor callar.
Tened por seguro que si me comprometo a hacer algo, es que voy a hacerlo como mejor pueda y crea que se debe hacer. Si mi forma no gusta, o no es la adecuada, la crítica ha de ser constructiva, pues de ello se aprende, nadie nació enseñado, pero si las cosas no se dicen, sino que sólo hay críticas de que no gusta cómo lo hago, pero sin indicar un porqué, o un cómo mejorar, es imposible que pueda cambiarlo y mejorarlo, ¿no creéis?
Cosas que pueden pasar, en cualquier grupo, alguien se sale de tono. Problema añadido: se sale de tono con mi hermana. En mi afán de administrar con imparcialidad, llamo al orden a los dos, pues ambos se estaban saliendo de madre -aunque cabe decir que mi hermana con razón-. ¿Qué recibo? Una contestación fuera de tono dirigida a mí. Primer fallo al faltar al respeto a una persona. Segundo fallo, hacerlo con un administrador. Ventaja, topó conmigo, y como soy así de pava, espero a que haya un administrador online, y le pido que valore la conversación, y que actúe en consecuencia, dado que yo estaba implicada, no quería dejarme llevar por la mala baba. ¿Qué pasó? El administrador dio un toque al personaje, y una administradora apoyó los comentarios del personaje hacia mí con un hiriente "Me gusta". Vaya... ¿Qué tenemos aquí? Ah, sí, una puñalada trapera, pero qué esperar de ella...
No nos puede faltar tampoco la gota final, la que rebosó, se mantuvo 10 segundos dentro, y cayó por el borde del vaso, haciendo que el resto se derrabara. Mi querida hermana vuelve a entrar en acción, y es que, querida Txispas, hay veces que no tienes autocontrol... Comentario de mi hermana que le dolió a la señorita, se hizo la ofendida y encendió las antorchas. Yo, que sólo había hablado con un "Me Gusta" a mi hermana -coño, es mi hermana y tenía razón en el fondo fondoso (ahora qué, si te pasa a ti si que duele, ¿no?)-, me gano algún que otro comentario afilado, y amenazas de quitarme la administración -ni que fuera Juan Cuesta aferrándome a la presidencia de esta, nuestra comunidad...-, lo que en el fondo, me viene a dar igual.
Preparado el bazoka de los mongoreplies, y el de "las amenazas a tu primo el de Zumosol", os dejo.