Publica El Cultural una lista de los autores menores de treinta años que vendrán a salvar la narrativa española. El Cultural es optimista, porque uno de los salvadores todavía no tiene novela pero parece ser que está al caer. Alabado sea. Alabadas sean también sus opiniones sobre la gente que ni estudia ni trabaja, ellos no saben de eso, ellos no se juntan con eso, ellos estudian desde siempre y trabajan desde siempre, aunque no hayan terminado la carrera y sus libros los publique mamá.
Los políticos están enfermos, posiblemente de amor; Vargas Llosa llora por la marcha de Esperanza Aguirre y lo que tiene Cospedal es un ataque agudo de nostalgia; nunca podrá ser la Carmen Sevilla de su tiempo, con su boina encarnada, que nunca colorada, lanzando besos a las tropas.
Me amonestan paternalmente por referirme al próximo día 12 de octubre como Día de la Hispanidad y no como Fiesta Nacional de España (cuando realmente es el Día del Pilar).
Cuidado con la nomenclatura bonita, adónde va una de los ochenta con palabras franquistas.
Ay, mamasita. Que se nos jodió la épica.