En mi mano están
el cuchillo y la herida,
la música y el silencio,
el secreto y la alegría.
Pero,
antes de preguntarte, me pregunto:
¿Cuántas veces te esperé y cuántas te despedí?
¿Cuántas cosas logramos y cuántas perdimos?
¿Cuántas veces dejaste un hoyo en el paraíso inconcluso?
¿Cuántas huí de tus traiciones y vituperios?
No obstante, la esperanza.
Hoy,
dejo tu cama. No me esperes.
Dejo las llaves de tu risa sobre la mesa.
Dejo el sonido de tus pasos y el tamaño de tus pies.
Dejo tu desdén y tu arrogancia.
En mi mano el cuchillo tiembla,
la herida espera el asalto final.
En la casa hay una melodía con historias perniciosas,
que hoy rompen en pedazos el jardín.
Deja los recuerdos y ve por tus proyectos.
Ya llené de muerte mi herida
y de nada tu canasta.
Me voy.
Derechos Reservados Copyright © 2015 de Rogger Alzamora Quijano