No quiero perder a mi hijo

No sabia si había hecho bien en aconsejar a la chica, que se lo dijera a sus padres, eso  me tuvo inquieta todo el día, la noche aun fue peor, se acercaba la hora de ir a trabajar y no había dormido nada.
Me estaba poniendo más nerviosa conforme me acercaba a la parda del autobús. Cuando llegue no había nadie aún, era media hora más pronto de lo normal aún era de noche y el sitio estaba algo solitario.
Poco a poco empezó a llegar  la gente de siempre,  todos tenían cara de dormidos, la única que parecía que estaba en tensión era yo.
De repente la chica aparecía por la esquina, su cara era más triste de lo normal, yo me encogí al verla, y me ponía más nerviosa a la vez que ella se acercaba.
Se sentó a mi lado y se puso a llorar, yo me derrumbe,  entre llantos empezó a contarme lo que había ocurrido, su padre le dijo que la había decepcionado como hija y su madre, con la que ella contaba, no le había dirigido la palabra, simplemente la ignoro.
De repente sonó su teléfono, era su madre, la chica estuvo hablando muy poco tiempo, y cuando colgó la  no podía parar de llorar, su madre la había castigado con el mayor de sus temores, la repudiaban, ni ella ni su novia serian bienvenidos a la casa de los padres.
Ella se abrazo a mi, intente tranquilizar, pero la situación era un poco caótica.
El autobús llego a su hora, y como pudo la chica se levanto para subir, pero las piernas le flaquearon, yo me di cuenta de que en el asiento había un gran charco de sangre, la chica tenia todo el pantalón empapado,  la chica al verlo se asusto mucho.
"lo único que decía era que no quería perder a su hijo"