Revista Diario

No sabes lo que duele una persona en tu vida hasta que la sueltas, la psicología de idealizar recuerdos

Publicado el 10 enero 2023 por Benjamín Amoedo De La Grana
No sabes lo que duele una persona en tu vida hasta que la sueltas, la psicología de idealizar recuerdos

Un día más aquí estoy como de costumbre con mis tan queridas contradicciones, últimamente se ha hecho muy famoso un video de un profesor de psicología que sujeta un vaso, algo insignificante, pero si lo sostienes durante más de 2 min esa acción insignificante acaba por provocarte un dolor insoportable en el brazo, con ello quiere ejemplificar la importancia de soltar las cosas a su debido tiempo a nivel físico y emocional, dicha acción podemos extrapolarla a personas, como mantener a determinadas personas en nuestras vidas pasa de ser algo insignificante a algo extremadamente dañino en nuestro cerebro, recuerdos y vivencias del pasado se mantienen en nuestro recuerdo para torturarnos en algunas ocasiones durante años… de ahí la importancia de aprender a soltar a las personas de nuestra vida, cerrar etapas y asumir que la felicidad no sería nada sin la tristeza, la vida necesita dualidad de emociones si fuéramos felices todo el tiempo a todas horas la felicidad perdería por completo su valor, la existencia de la tristeza es lo que nos permite conocer la felicidad mas pura y exaltada. Por su puesto que renunciar a alguien al que quieres es extremadamente complicado, pero como todo proceso psicológico, neuronal, fisiológico y emocional tiene sus fases, el primer paso es aceptarlo y a continuación superar un proceso de adaptación… estos simples ejemplos del vaso de agua sacan a la palestra de una forma extremadamente básica y fácil de comprender la importancia de liberar nuestro cerebro de cargas negativas, pues al final todo lo que somos no deja de ser una interpretación de nuestro cerebro a través de los diferentes estímulos que recibe del medio, aprender a manejar estos procesos nos hará estar más cerca de la felicidad y a saber a quién queremos y a quien no en nuestras vidas.

La importancia de soltar a las personas de nuestra vida es algo que se hace cada vez más y más relevante dado el decadente y deplorable estado de salud emocional que atesoran las personas hoy en día, ¿Cómo podemos alejar a personas de nuestra vida? ¿Cómo olvidar a alguien que nos ha hecho extremadamente felices?, no tengo respuesta, claro que no la tengo, yo mismo soy un experto en caer en estos errores, en idealizar a personas, en no soltar a aquel que me hace daño, en aferrarme al amor que siento por personas que simplemente me utilizaron, yo lo sé, pero aun así me niego año tras año a afrontar esa realidad y aferrarme a esos recuerdos idealizados, aun así poco a poco aprendo, sigo prosperando en la vida, amaestrando y enseñando a mi cerebro a identificar y experimentar emociones hacia personas que las merezcan, es un proceso difícil, pero nuestro cerebro y su plasticidad, sus mecanismos y automatismos de autodefensa son casi mágicos, desde las llaves neuronales y las cadenas de recuerdos profundos que se activan con frases o momentos que reviven echos prácticamente olvidados encriptados bajo señales eléctricas de máxima seguridad como si de la mejor caja de seguridad del mundo se tratase… quizás este es el mejor consejo que os puedo dar entrenar vuestro cerebro y vuestra salud emocional al máximo, gastad dinero en vuestro cerebro, pues es el órgano que os llevara a la felicidad, entrenad vuestras emociones y actitudes emocionales, aprended a soltar a personas, admitir a unas nuevas; aprended a querer…machacad a vuestro cerebro día a día sin descanso como el mas importante órgano para alcanzar la felicidad… no permitáis que la parte mas importante de vuestro cuerpo sea la gran olvidada, el encargado de pensar, reflexionar, querer, amar, sentir, vivir.

Supongo que las personas que generan en nosotros amor, placer o bien estar, como cualquier otra faceta en nuestras vidas genera adicción, todo aquello que desencadene una reacción placentera en nuestro cerebro generara un proceso de adicción en mayor o menor grado, lo que nos lleva al segundo paso, el cerebro almacenara esos recuerdos de una manera idealizada por lo cual existirá una tendencia a recordar a las personas exaltando sus cualidades y enmascarando sus defectos o errores generando en nuestro cerebro una sobredosis de endorfinas y dopamina, por ellos recordaremos a dichas personas de una manera favorable aunque en la realidad nos haya hecho sufrir en mayor o menor medida los recuerdos negativos siempre quedaran enmascarados. En tercer lugar entra el propio hecho de que queramos aceptar que tenemos un problema con dicha relación y que queramos terminar de una vez por todas con ella y por ultimo tenemos el tiempo, aliado y enemigo en nuestras vidas y sentimientos, el puede hacer que nos olvidemos de esa persona o que las heridas se vayan cerrando, pero tristemente no todo es tan fácil pues, queridos amigos, supongo que vosotros habéis estado en circunstancias similares, en infinidad de ocasiones una sola palabra, un mensaje, un simple hola puede hacer que todo nuestro proceso de abandonar y soltar a alguien se deshaga en mil pedazos y volvamos a empezar a comernos la cabeza sin remedio.

Nosotros sabemos que está mal, que debemos superarlo, que no debemos volver a caer por que dicha persona de una forma o de otra nos genera una falsa sensación de bienestar adictiva que a corto plazo acaba generando el doble de dolor en nuestras vidas, afecta a nuestro carácter, conducta, relaciones, vida… y aun así un simple hola consigue que volvamos a caer en ese bucle que odiamos y necesitamos a partes iguales, al igual que las drogas, unos segundos de bien estar y falsa felicidad que se trasforma en daños en muchos casos irreparables.

Supongo que por este motivo las relaciones humanas son tan complejas, incomprensibles y al mismo tiempo maravillosas, por ello la ciencia es incapaz de dar sentido a lo que sentimos, cada persona es un mundo y cada personalidad responde de diferente manera a situaciones aparentemente similares y aun así, aunque dos circunstancias sean iguales en nuestro cerebro y nuestras emociones son extremadamente diferentes… dos adolescentes cuando se dan su primer beso por amor viven exactamente la misma circunstancia con exactamente los mismos condicionantes (a excepción de los personales de cada uno de ellos) y aun así el recuerdo que guardamos y lo que sentimos es muy diferente a pesar de que las dos personas viven lo mismo sienten cosas extremadamente diferentes.

El cerebro y las emociones son apasionantes y asquerosas a partes iguales, inexplicables, incomprensibles, por ello quizás el mejor consejo que os puedo dar es, no trates de entenderlo y simplemente siéntelo sin miedo y entrégate al 100%, si alguien quiere hacerte daño lo va a hacer igualmente pero solo en tus manos esta sentir plenamente tu vida y las personas que te rodean, recuerda que cada segundo que pasa es un momento que no volverá y que cada instante de tu vida puede ser inolvidable, prepárate y disfruta sin miedo está en tus manos acariciar la felicidad y entrenar a tu cerebro para ser feliz, el dolor se olvida la felicidad es eterna, si no la vives hoy te arrepentirás mañana pues el tiempo no obedece a razones y transcurre sin parar, de ti depende llenar los espacios de alegría, fuente de energía, recuerdos inolvidables y motivo y razón por la cual merece la pena estar vivo, superar los obstáculos y dificultades, pues nada hay mas bonito que envejecer sabiendo y recordando que tras todo lo malo fuiste y aprendiste a ser feliz.


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