No sé si nuestra relación me sigue gustando. El hombre de hielo, impenetrable jungla nocturna tus ojos. Ese día te levantaste a medio día, como cuando estás deprimido, miraste el fútbol en tu estudio y te fuiste a dormir después, esa fue nuestra maravillosa convivencia del día. Los impases de pasillo entre la sala y la cocina donde incluso evitamos mirarnos a los ojos. Ahora mismo cargo tantos muertitos y tantas maletas que no tengo cuerpo o espíritu para que me importe tu indiferencia, mira el fútbol que quieras, evita todas las conversaciones del mundo y refúgiate en tus amigos del PlayStation. Me tomo mi pastilla, vale madrina se tendría que llamar.