No sé si un poema de amor....

No sé si un poema de amor sublima la palabra, la caricia que espera, el beso que la letra condecora. No sé si un poema de amor es aventura, osadía, enredadera, miel del panal de mis horas o rima tallada en poesía. Es la vorágine confesa precipitada en la antología del subsuelo del alma, es inconsciencia aletargada, trascendida, bosque en llamas. Tórrida fruta madurada en un pórtico sonoro de asonancias, superstición, religión y fantasmas. No sé si un poema de amor desentierra la esperanza impunemente pura, doliente. Es quizás, la predicción plena del oráculo del verbo mismo. Tal vez, un amor muerto y latente, o un amor nuevo de tan viejo, un poema de amor es el abismo de una espina clavada al entrecejo. Quizás el concepto se trastoca y un poema de amor nos acompaña en silencio, o un deseo reprimido de una boca en el ángulo más oculto del corazón de poeta. Solo sé que se desboca entre la vida profunda y el decir de los profetas. Es solo un beso que llega al corazón como el brillo intenso de un cometa.