Encontrábame yo en mi casa, preparándome yo unos mates... cuando, enderrepente...
Imagínense(n) cómo me encuentro, cuando me encuentro: traumado, traumatizado, traumatism... izado; éste fatídico percance cambió mi vida a lo grande... quiero decir, rotundamente. Ya no quiero ni salir de mi casa. Le tengo miedo a los perros, que me ven, me agarran de la ropa, me llevan a un lugar alejado, hacen un pozo e intentan meterme en él...
La liga profesional de baloncesto me envió un comunicado minimizando la magnitud de la situación (si es que es eso posible), diciendo que no todo estaba perdido (sólo unos cuántos centímetros), que no abandonara mi compostura (o lo que quedaba de ella) y que podía continuar vinculado a la actividad ya no como deportista (no estaba a la altura de las circunstancias) sino como la mascota de mi equipo (o, en este caso, la más-corta).
¡OH, DIOS MIO! ¡Qué será de mi! Me siento desolado... Ya no podré conquistar el corazón de Claudia SchifferSuper(!)modelo alemana de los '90s, de gran fama y éxito pero que fracasó como actriz y novia de David Copperfield. Igual la rubia estaba (y está) más buena que..., que era mi única motivación en la vida. Esto reduce mucho más mis escasas posibilidades, todo en sentido literal.
¡¡Solicito compasión y palabras de aliento de todos uds., mis amigos!!