Mi estilo no suele ser abrirme a los demás y contar mis problemas, vivencias, inquietudes...En un determinado momento confié en ti, te conté cosas que jamás pensaba que podría contar a nadie, y ...de repente dejaste de ser mi amigo. ¿Por qué?....No losé.- ¿Y ahora qué?- Nada, de la misma manera que entraste a mi vida has salido, de una forma fugaz.- ¿Me ha servido esta experiencia?- Claro, para seguir desconfiando en las personas.
¡Mucha suerte!
