Yo sè que lo voy a extrañar. Diez a uno, a que sí. Porque todo llega. Y el síndrome del nido
vacío, por más que me prepare, por más que trate de decirme ese día las cosas para mi,
mujer, mamá, y los diferentes roles se van a ver afectados porque las vueltas de la vida son
así. Porque yo, misma, di esas mismas vueltas. Porque así es la vida y porque mis peques,
van a intentar volar, van a practicar el vuelo y volaran y volverán y tal vez no vuelvan pero
si, siempre, vuelen.
Y usen sus alas y estrenen sus habilidades de pilotos de sus propias y vidas y blah, blah, blah,
hoy los disfruto, los padezco, me río, me divierto, nos ponemos densos. Encima perdió river.
Pero…una cosa es decirlo, otra contarla, muy diferente escribirlo y sobre todo padecerlo.
Por empezar no sè si soy yo, pero escucho un ma, mama, mami, maaaaaaaaaaaaaaa,
mamaaaaaaaaaaaaa en todos los tonos, imaginables y en los inimaginables tambièn.
Agregados al miau de turno y por turno, de los dos mininos, habitantes, a cual uno, más
agudo y el otro más grave,. De tal manera que del miau al ma, termino por confundírmelos a
fuerza de tanta insistencia. Signo de que Houston ya tenemos un problema; al menos. Por
lo cual, no sé si me llaman a mí, supongo que sí, por costumbre, por espera, o porque si me
convertí en una oveja.
Porque ya siento sus ma, como si balaran…Desde que oso abrir mis párpados y decido
Si voy a levantarme o voy a remolonear un rato más. Eso si, me garantizan algo a
Rajatabla y es una buena cosa que así lo hagan: mi vida nunca es aburrida. Si cocino,
Vamos todos en patotas, mi hija a ayudar, el más pequeñin y mi yerno para abarajar
cuanto pan pase distraído por alguna salsa, jugo o lo que se le parezca porque ya se han
despertado con un hambre de dragón en absoluto amaestrado. Después del cafecito, mi
hija quiere jugar a las cartas. Si vamos a comprar nuestra debilidad: nuestra gaseosa
diaria y nada más porque no alcanza para más, también vamos en patota, porque nunca
estamos juntos, unos estudios otros trabajar y así estamos, desperdigados por la vida. Si
me siento a escribir, el maaaaaaaaaaa, mamá ,
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaamaaaaaaaaaaa y todas sus variantes tampoco se hacen
esperar. Mientras tanto se hizo la hora de la merienda, otra vez todos juntos, alrededor
de la mesa. Si fui a buscar el diario, alguien llamó y la llamada se perdió…y no hay
más datos. Si alguien llama para ellos, como que no te acordas quién llamó? Aunque
con el celu, santo remedio. A veces, como en botica, o como en la vida, nos ponemos
densos. No hay consenso en un día rabón como es el domingo. Y las compus y las
teles están pero el partido nos unió. A los defensores y a los contras. Y así partió raudo
el domingo. Y aunque despotriqué, me guardo queja y recuerdo, porque alguna vez,
diré como aquel viejo dicho, de aquel viejo actor cuando decía y pregonaba: qué lindo
es la familia unida. La que con sus yerros y aciertos yo pude crear. Y ahora que voy
camino a ser abuela, sé que entre los llamados habrá uno nuevito, nuevito que dirá:
abuela, entremezclado entre ma, mamá y mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, más los miau
habituales. Así que me despido de mi cita con este domingo, fiero de frío pero intenso
de amor familiar, aunque a veces las cosas se densen un poco, para que la vida, no se
torne tan aburrida…