Revista Literatura
No todo estaba bien, pero eso estaba bien.
Acepté que así debía ser, porque mi etapa de risa ya había pasado y ya volvería, pero en ese momento necesitaba ver mis manos húmedas de lagrimas y sentir mi cuello entumeciéndose, eso es lo que me mantendría con vida.Sabía que sin esos momentos no podría gozar de la manera que gozo las risas ahora, porque el saber cómo se siente estar en lo más profundo es lo que te mantiene en lo más alto. Necesitaba de un momento en el que no todo estuviera bien, pero que eso estuviese bien.