No todo lo que llamamos Smart es ecointeligente

Publicado el 09 enero 2013 por Ecointeligencia @ecointeligencia

Y nos referimos a la moda de las ciudades inteligentes, o en inglés Smart City. Al igual que ha pasado con otros términos o conceptos, podemos observar que nuestros políticos están haciendo un uso intensivo de la idea y es difícil encontrar una urbe que no vaya a ser smart de aquí a cinco años. Sin duda, la mayoría de propuestas están vacías de contenido y únicamente sirven para aturdir a los ciudadanos.

Podemos encontrar muchas definiciones de lo que se entiende por Smart City, muchas de ellas hinchadas de términos tecnológicos que nos alejan de la esencia del concepto. En esta ocasión vamos a recurrir a los postulados de la plataforma de investigación IESE Cities in Motion Strategies. Su planteamiento es considerar que una ciudad puede ser llamada inteligente si cumple con estos parámetros agrupados en cuatro apartados:

1)   La ciudad es sostenible

  • cuenta con una densidad de población adecuada.
  • las viviendas no se encuentran demasiado dispersas para no incrementar la necesidad del transporte privado.
  • es una urbe que crece de forma ordenada, donde los núcleos principales de población no están demasiado alejados.
  • donde existen espacios públicos y parques para que los ciudadanos puedan convivir y disfrutar de la naturaleza y los niños del juego.
  • ciudades eficientes energéticamente preocupadas por la sostenibilidad de los recursos naturales y el tratamiento ecológico de residuos.
  • existe una apuesta clara por las energías renovables y su generación distribuida (smartgrid).
  • integra la electromovilidad dentro de planes de reducción de emisiones contaminantes.

2)   La ciudad está conectada

  • se promueve una movilidad ecointeligente, donde se potencia la intermodalidad del transporte.
  • los peatones pueden pasear con facilidad y las bicicletas circular con el mismo derecho que los coches.
  • la población está bien comunicada gracias al acceso generalizado a internet.
  • la conectividad se extiende a nivel global con enlaces a otras ciudades y núcleo urbanos distantes.

3)   La ciudad es innovadora

  • promueve actividades creativas, que se preocupa de gestionar, desarrollar, incentivar y atraer talento.
  • fomenta un entorno adecuado para el emprendimiento.
  • apoya el desarrollo del sector privado y utiliza la tecnología para hacer la ciudad más sostenible.

 4)   La ciudad es equitativa

  • fomenta la cohesión social entre los ciudadanos promoviendo oportunidades para todos.
  • potencia y valora la diversidad.
  • existe una identidad compartida y unos valores comunes.
  • el gobierno local tiene en cuenta las opiniones de los ciudadanos y les hace partícipes de sus políticas y de su gestión.
  • garantiza la seguridad ciudadana.
  • los servicios fundamentales como la salud y la educación están garantizados para todos y cada ciudadano puede encontrar la opción que más se adecúa a sus necesidades gracias a la cooperación público – privada.

Como podéis observar, todo muy en la línea de lo que os estamos contando sobre las Ciudades Verdes y Brillantes.

No se nos escapa que vivimos en un planeta urbano. Por primera vez en la historia, la mayoría de nosotros vive en una ciudad. Cómo hacemos crecer las ciudades, cómo construimos sus barrios, cómo proporcionamos vivienda, cómo incorporamos la naturaleza en los espacios que habitamos, serán algunos de los desafíos que nos depara este futuro apasionante que se nos presenta.