Esta es la noche mágica por excelencia para todos los niños del mundo.Esta tarde la Cabalgata de los Reyes Magos recorría las calles del pueblo, y por lo que me han contado con mucha rapidez. No he podido grabarla como era mi deseo, pero me he acercado al Polideportivo y he logrado entrar con ellos. Allí, los chiquillos con sus padres, esperaban impacientes y guardaban cola para acercarse a tan regios visitantes y pedirles sus últimos deseos.
Se podían observar sus caritas infantiles mirándoles con asombro, y hablar con ellos con esa ingenuidad que les caracteriza. Alguno de los más pequeños, rompía a llorar desconsoladamente asustado por las barbas de Melchor.
Para hacer mas llevadera mi espera, me he preparado un chocolate, para tomarlo con el típico Roscón de Reyes.
Y sintiendome tambien un poco niña, me he dejado abrazar por este simpático grandullón.
¡FELIZ NOCHE DE REYES!