La soledad de Carles
cada noche de insomnio
es gótica y las gárgolas
le intimidan sin remedio.
Ruidos noveles
que no puede asimilar
en medio del silencio
como sepulcral.
Desarraigo gerundense,
con miedos nuevos,
hizo que pidiera
armas y uniformes.
Alma de mártir antiguo,
con moderno
y sofisticado
aspecto,
a la espera
de hogueras
modernas
y urnas
que le desnuden
de lastres
que incomoden.
Como un redivivo
enviado divino
sueña ser el héroe
de un Auca
con pueblo glorioso
a modo de otro Noe.
Ya lleva tres noches
este Mesías insomne
hecho un ovillo
mientras las pesadillas
y los fantasmas
arañan sus ventanas.
Nadie le pide
que se inmole
pero está sediento
de glorias…
Hoguera propia
de vanidad insensata,
creyente antiguo
sin iglesia ni credo
envía cartas
como un falso
Lutero.