¿Nos mantenemos en forma y activos?

– Marina Muñoz Cervera –

Si nos mantenemos activos, nuestro organismo nos lo agradecerá.

Todos los que realizamos algún tipo de ejercicio sabemos bien las ventajas que tiene para la salud mental y física.

En la época actual, llevamos a cabo muchas actividades sedentarias que nos dificultan estar en forma física. Sin embargo, buscar un hueco para hacer algún tipo de deporte o encaminar nuestra actividad diaria al fortalecimiento de nuestro cuerpo es muy importante para quemar calorías, mantener la salud y evitar la enfermedad.

Beneficios de la actividad física.

Son muchas las ganancias de incorporar el movimiento a nuestra rutina diaria, entre ellas, las más importantes son las siguientes:

– Regular el peso corporal, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, articulares, óseas, diabetes, etc.
– Ayudar a disminuir la grasa.
– Mejorar el funcionamiento del corazón y de los pulmones.
– Aumentar la flexibilidad de las articulaciones.
– Construir y/o preservar la masa muscular.
– Contribuir a la salud de nuestros huesos.
– Reducir el estrés y la ansiedad.
– Aumentar el grado de satisfacción personal.
– Mejorar la calidad del sueño.
– Aumentar o conseguir bienestar emocional.

¿Cómo hacemos el ejercicio?

No es necesario que hagamos un deporte concreto o un ejercicio muy intenso que nos demande mucho tiempo. Rutinas como subir escaleras, caminar, labores de jardinería, tareas del hogar, trasladas cosas de un lado a otro, etc. son actividades que podemos incorporar a nuestra vida diaria, sin que supongan un problema.

La mejor forma es incluir la mayor cantidad de movimiento en nuestra vida diaria.

Si no hemos hecho nunca deporte y comenzamos alguna actividad de este tipo, no debemos ser bruscos en los inicios, ya que nos agotamos, desalentamos y terminamos llenos de dolorosas agujetas que nos quitan las ganas de más. Los comienzos paulatinos, con un aumento gradual del tiempo y la intensidad llevan a mejor puerto.

Tipos de actividades.

Si llevamos a cabo una combinación de distintos tipos de actividad, como aeróbicas, de fortalecimiento y elongaciones, obtendremos múltiples beneficios para nuestra salud.

– Actividades aeróbicas:

Este tipo de movimientos aumenta nuestro ritmo cardiaco y mejora mucho la capacidad pulmonar, ya que nuestro organismo necesita más oxígeno para llevarlas a cabo.

Algunos ejemplos son: correr, caminar rápido, remar, esquiar en hielo, montar en bicicleta, etc.

– Actividades de resistencia y levantamiento de pesos:

Estos ejercicios son fundamentales para aumentar nuestra densidad ósea, ya que los huesos fabrican más células óseas al adaptarse al impacto del peso levantado.

También, mantienen nuestra masa muscular. Los músculos se van atrofiando como consecuencia de la falta de tonificación. Si cargamos objetos de peso o pesas, mantenemos la musculatura tonificada y mejoramos nuestro aspecto físico, a cualquier edad.

Algunos ejemplos son: llevar en brazos a un niño, subir escaleras, levantar pesas, jugar al tenis, esquiar en la nieve, realizar step aeróbico, etc.

– Actividades de equilibrio, estiramiento o elongaciones:

Estos movimientos nos ayudan a mantener la estabilidad física, la flexibilidad y a reducir las lesiones óseas y musculares.

Algunos ejemplos son: practicar yoga, bailar, elongaciones musculares, tendinosas, etc.

En esta entrada hemos revisado la lección 10 del curso de la FAO Alimentarnos bien para estar sanos, que estamos incluyendo dentro de la categoría Lecciones de alimentación sana de este blog.

No somos seres estáticos, nuestro metabolismo funciona mucho mejor si realizamos un mínimo diario de media hora de actividad física.

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¿Desterramos algunas falacias sobre el ejercicio físico?

Fuente:

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Alimentarse bien para estar sanos”. Depósito de documentos de la FAO. Roma, 2013. ISBN 978-92-5-107610-1.

Imagen:

ID: 21233275 (S)
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