Con la llegada de esta nueva etapa en la vida de los peques. Su descubrimiento de este nuevo mundo, el mundo escolar, el mundo de los libros, los deberes, los juegos con los amigos en el patio del cole, más adelante los primeros enamoramientos....¡Alto, no corramos! Me niego a compartir a mi piojo durante los próximas ¿dos décadas?, je je je, ¿o tres? Grrrr....uffff...ufff...sigamos con el tema que nos incumbe hoy. Como iba diciendo antes de la interrupción de la nuera ficticia, je je je, con la llegada del cole no sólo los peques entran en un nuevo mundo, nosotros, los padres, nos metemos de lleno en él. Regresando a las aulas de una manera diferente. Ahora somos los papás de "..." y entramos en una visión diferente del cole.
Nos toca ir a cumples de amigos, tutorías, reuniones del AMPA y ahí, justo ahí es a donde yo quería llegar. Cuando nosotros éramos los alumnos y no los padres, nuestros papis iba a reuniones del APA, desde hace un par de décadas la cosa cambio. En esto de ser políticamente correctos, de pronto se vio la necesidad de meter la "M" de madres en el asunto. Sé que muchas no me apoyan en mis ideas pero sigo sin entender esta necesidad, quizás por mis estudios, por tener claro que el género masculino es el género no marcado en nuestra lengua, sí, sí, NO MARCADO porque hablamos de GÉNERO Y NO DE SEXO, yo no siento esa necesidad de usar la "-a" por todas partes. Yo me siento involucrada en un "compañeros" y, por supuesto, en el término "padres" pero dejemos la filología a un lado y volvamos al tema, que me lío más que las persianas.
En mi primera reunión del AMPA, lo entendí todo, salí de mi error. No incluíamos a las madres en la "M" sino que nos referimos al AMPA de toda la vida, a ese que surgió en Sicilia, venga a la Cosa nostra, je je je je.
Papá Piojo y yo decidimos que lo mejor era estar apuntados en el AMPA, je je je, en la versión escolar que no en la del crimen organizado, je je je, así que nos apuntamos, como una minoría de padres en el cole. Ahora entiendo el porqué de esa minoría....
Hace un par de semanas, papá piojo llega del cole hablándome de una reunión que teníamos al día siguiente. Yo, que había dejado al piojo hacía dos horas en el cole, no entendía de qué me hablaba. Y ahí justo ahí, sin contar que ya había visto todos los fallos del mudo en organización nada más ir a apuntarnos y recoger la agenda escolar, me di cuenta que de sistema organizativo y capacidad de convocación no tenían ni idea. ¿Cómo se puede poner un cartel para informar de una reunión de un día para otro? ¿Cómo se puede poner una reunión a las 15.15? ¿Cómo quieres que te acudan todos los padres a la reunión o acaso eso es lo que pretendes?
Bien, con todas mis dudas sobre la organización acudo puntual a la cita y sigo asombrándome con el tema. La reunión en la biblioteca, primer piso del edificio de primaria. ¿Qué ocurre? ¡LOS ASISTENTES A LA REUNIÓN, LA MAYORÍA MADRES, SALVO DOS PAPIS, UNO DE ELLOS PAPÁ PIOJO, SUBEN LAS ESCALERAS AL TROTE Y GRITANDO!Uff, me pongo de una mala leche, mi lado de profe sale a la luz y está a un tris de estallar y llamarlos al orden, es más me dan ganas de regresar al pasado y hacerles copiar 500 veces LAS ESCALERAS SE SUBEN Y BAJAN EN ORDEN Y SILENCIO SOBRE TODO CUANDO TUS HIJOS ESTÁN EN CLASE.
¿Cómo pretendemos educar a nuestros hijos si nosotros no predicamos con el ejemplo? De verdad, que me puse de los nervios. Afortunadamente, tengo nervios de acero y no exploto a la primera así que seguí en silencio y tranquilamente hasta la biblioteca y me senté sin arrastrar la silla, cosa que no puedo decir de todos los asistentes. De verdad, fue un espectáculo bochornoso. Ahí, antes de comenzar la reunión espera, tonta de mí, que las responsables del AMPA, dieran un tirón de orejas pero no, no fue así. Demostraron su desorden con su caos de papeles, su documentación sin fotocopiar, ¿para qué? ¡Ya lo haremos a última hora en plena reunión!
Y seguimos... la biblioteca se convirtió en gallinero y yo en una de las pocas mamás que levantábamos la mano para pedir el turno, ja ja ja ja. Empieza la charla sobre el dinero que hay, los pocos padres que se apuntan, los menos aún que asisten a la reunión, me muerdo la lengua para gritar "¿y te extraña?". Empiezan a decir lo que hace el AMPA y yo pienso, ¿qué ventaja va a tener mi hijo? Me contesto yo misma, ¡ninguna!
Hablan de una obra de teatro, obra realizada por las mamás, uhmm...podría ser interesante yo estaba en el grupo de teatro de la universidad. Enseguida se me va la idea de la cabeza, entiendo que hay un grupo de mamás que forman el elenco, que montan todo para diversión de ellas y de su familia. Y entonces, cuando hablan de conseguir la sala de teatro, de las dificultades levanto la mano. Uauuuh,una mamá que levanta la mano para pedir la palabra. Juro que era como si nunca lo hubiesen visto antes. Explico cómo lo hacíamos nosotros, cómo si no cobras la entrada no pagas derechos de autor, si cobras entrada sí pero que siempre se podrían hacer entradas a diferentes precios para los miembros del AMPA y sus familias y para los no miembros y entonces todas saltan al grito de NOOOOOOO, los que no se han hecho miembros no pueden entrar. Algunos padres me apoyan, entiendo que son los nuevos como yo pero el resto dice que nada de eso. Flipo en colores, en colores bien chillones, ¿cómo quieren darse a conocer si no abren las puertas?
Por mi mente había pasado la idea de escribirles la obra y ahorrarles los derechos de autor o bien decir que el consurso literario lo encaminen al teatro y que se represente la obra de la clase ganadora pero me callo, ¿para qué voy a hablar? Soy la madre pija que levanta la mano para hablar asi que menos voy a decir que escribo, que tengo libro publicado porque uff...ufff.... Salgo cabreada, muy cabreada, papá piojo diciéndome que me presente a las elecciones y yo digo que ni de broma, que podrían pasar dos cosas:
- Me odiasen a muerte por mi sentido de la organización.
- Que no me dejasen abandonar nunca el puesto de capo mayor, ja ja ja ja ja.
Besitos Avainillados