Me veo en la distancia, y te veo.
Adolescente flor y enamorada,
residiendo en la luz de tu mirada
degustando tu amor y aquel deseo.
Te veo en la distancia, y te leo.
En esta soledad acompañada,
los dos sabemos sin decirnos nada
que en versos continuamos el paseo.
Y "nos veo" de nuevo en Plaza Francia.
Y aquél jacarandá en la distancia
se impregna de tu prosa y tu lirismo.
En el recuerdo de ese amor inmenso,
y en el secreto secular del verso.
Y por un momento... somos los mismos