¿Qué ha sido eso que ha pasado en el baño? Me preguntarás.
Pues bien, te responderé.
Lo que pasó es que nos miramos a los ojos, y vimos que yo era de cristal, y tú de un falso mineral. Tus brazos rodeaban un cuerpo vacío, y tus palabras las escuchaba el aire que respiraba.
Porque las palabras se las lleva el viento, pero yo conservo los recuerdos de aquel ser que me amó.
Ella.
Pura.
Bella.
Cierro los puños, y me miro al espejo, y te veo a tí junto a mi reflejo.
¿Y ella?
¿Dónde está aquella que deseo?
...
¿Qué ha sido eso que ha pasado en el baño? Me preguntaste.
Y, simplemente, me limité a sonreír hipócritamente.