Mañana es un día importante. O al menos es importante para este pequeño trozo del ciberespacio que véis enmarcado en vuestras pantallas. Mañana este blog cumplirá 3 años en la red. Y yo todavía no puedo creerme que un día decidiera empezar algo y que, día tras día, con alguna caída y algún tropiezo y muchas alegrías, haya seguido adelante, lo haya visto crecer y ahora sea parte de mi vida. Este lugar es una especie de alter-ego. Un sitio de refugio, un sitio donde grito y pataleo, donde escribo y me expreso, a través del cual llego a vosotros, que me leéis. Y eh, esta es la parte más importante del asunto, creedme.
Para el autor de un blog, que la gente lea lo que escribe es una de las cosas más grandes e inexplicables. Yo antes de tenerlo, no dejaba que nadie leyera lo que escribía, guardaba todos mis microrrelatos con mucho recelo sólo para mí y ahora, no sólo dejo que leáis esos textos sino que además escribo otras muchas cosas que, poco a poco, me hacen mejorar y aprender más. Pero todo eso, sin lectores detrás de las pantallas, no sería lo mismo.
A partir de mañana van a pasar cosas en este blog. Cosas con las que espero que disfrutéis y que servirán para celebrar el tiempo que lleva abierto y premiar la fidelidad de aquellos que entrada tras entrada, siguen por aquí, leyendo lo que escribo y dando sus opiniones al respecto.
Muchas, muchas gracias a todos. Y, dentro de nada, feliz cumpleaños también.