Notas de campo: límites estando de visita

Publicado el 26 octubre 2017 por Sylvia
Hemos pasado la tarde en casa de la bisabuela. Acá las notas sobre lo que no dejo hacer a B y el nivel de drama generado.

Quiere llevar su plato a la sala y comer en el sillón. / Normalmente, no; con un plato de lentejas: menos. Quiere ir para allá porque mi tía terminó de comer, se levantó y allá está. Mi tía regresa para que la niña quiera quedarse en el comedor. // Sin drama.


Quiere quitarse el pantalón. / Nada más en la casa donde duerme; en las otras casas, no. // Indicios de drama que se disipan.
Quiere comer galletas. / Bueno: una. Vale, que ya desde que es "una" sabemos que serán tres. Duro y dale consigue otra. Más al rato, otra más. Es lo que tiene estar en casa de la bisabuela: en casa no hay galletas que querer: no de las que mamá restringe. Porque no le faltan esos gustos: hicimos galletas el lunes y el martes, pero no me gusta que coma las "industriales"; lo evito lo posible: sé que se le antoja y que no se acaba el mundo, así que estiro y estiro, pero al final hay un "no más". // Drama.
Quiere tocar al niño. / Así no tocamos a las personas. La retiro. A la segunda vez, mi tono no es agradable. Me falta mano izquierda. Le muestro, de nuevo, cómo sí tocar. Hay unos cinco intentos más. // Sin drama.
Quiere alimentar al niño. / Primero: el niño no quiere comer. Más tarde: la bisabuela le está dando de comer; le ayudo a que ponga comida en la cuchara. Un rato después: el niño no quiere comer -otra vez-. // Sin drama.
Quiere pellizcar al niño. / ¡¡No!! La retiro con brusquedad. Me da miedo que vaya a lograrlo. //  Representación de mini drama para desviar la atención: hace como bebé y dice que se ha pegado o algo por el estilo.
Silvia Parque