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Notas de Mallorca 2010(vi): "Benèssere" en Santanyí

Publicado el 27 agosto 2010 por Jgomezp24

Según el mejor diccionario italiano que tengo en casa (el Ambruzzi. Ni de lejos se parece al Le Petit Robert...), "benèssere" (¡cómo me gusta esta palabra!) tiene como principales significados "bienestar, salud, prosperidad, felicidad, desahogo, comodidad, holgura, euforia, dicha". No existe, que yo conozca, palabra en castellano o catalán que resuma tan bien, y en un solo vocablo, esa sensación que me producen las estancias en Mallorca. Es, con precisión, "benèssere". "Bienestar" suena bien, claro, pero si miráis el DRAE, ni de lejos recoge la complejidad de sentimientos y estados que, en italiano, se expresan diciendo "benèssere".

Así hemos vuelto de Santanyí: en un estado de "benèssere" que ya nos ha hecho pensar en algo parecido a un sentimiento de pertenencia: ¿estaremos hechos para este lugar? ¿Habremos nacido para acabar aquí? Los que me conocen, saben que soy exagerado y que esa sensación también la he tenido en Ravello, en Roma, en Arles...curiosamente (o no), casi siempre en sitios relacionados con nuestra civilización grecorromana. No ha sido elegido a propósito. Cuando encuentras el "benèssere", lo encuentras y punto. No sabes nunca donde será y, por supuesto, no depende sólo de un bienestar físico. En nuestro caso, empieza, sin duda, por la admiración (a ratos contemplativa), de un estado de la luz muy especial, que va desde el Salobrar de Campos hasta el límite sur de Manacor (Son Macià la tiene todavía) y que incluye, claro, ese pedazo de paraíso en la tierra que es la península de Artà y la zona entre Son Serra de Marina (a partir de S'Estanyol, por favor) hasta Betlem i el Cap Ferrutx.


No es casualidad, claro, que tantos artistas hayan nacido en estas tierras o se hayan instalado en ellas. La calidez de esa luz al atardecer, la forma como te envuelve y te besa, como acaricia tu piel, la suavidad con que llega a las lomas y al mar, te deja sin habla, te conmueve, te atrae ya sin remedio...El poder de esa misma luz por la mañana y hasta el mediodía lo llena todo, se filtra por todos los huecos y convierte ese pedazo de Mallorca en Epifanía permanente. Del mediodía, no puedo hablar...¡estoy en la siesta!

En nuestro caso, "benèssere" sigue cuando con los productos de la tierra cercana (lo más lejos 5 km) puedes hacer una receta tan sencilla y suculenta como la de la foto superior. Patatas hervidas con su piel (30 minutos justos), enfriadas 24 horas con calma y cortadas a rodajas. Tomate de pera al punto, cortado también a rodajas y aderezado con un poco de aceite y albahaca. Y el conjunto, adornado con un pesto de salvia: se sofríe ajo, en ese mismo aceite se hace lo propio con unos cuantos piñones. Se pasa ese contenido al mortero, con un poco de Flor de Sal de Es Trenc, unas hojas de salvia y un poco de queso curado de Piris, rallado. Diez minutos de trabajo, se esparce sobre las patatas y tomates, se acompaña con unas aceitunas partidas y adobadas con hinojo marino. Bufff... En nuestro caso, "benèssere" continua cuando puedes acompañar este sencillísimo plato con un fresco vino blanco de la DO Pla i Llevant. El mejor blanco que he probado este año, el Fangos blanc 2009 de Toni Gelabert, que va uno a comprar paseando por los viñedos y tras una buena charla con Toni. Tómenlo con esta receta a 8ºC, con sus 13% medidos de alcohol y la revelación, clara como la luz de Mallorca: Toni acompaña la premsal blanc con moscatel, ¡no con chardonnay! El resultado es un vino blanco fresco pero sin empalago. Membrillo en el árbol, pera limonera, lima-limón, frescor muy notable tanto en nariz como en boca, hierbaluisa y la acideza del hinojo marino en posgusto.

En nuestro caso, "benèssere" termina cuando a todas estas bondades terrenales y espirituales, puedes añadirle unos cuantos amigos (en Portocolom, en Felanitx, en Santanyí, en Ses Salines) que te han hecho pasar buenos ratos de charla y de nuevos descubrimientos: Miquel, Helena, Margalida, Coloma, Pau, Alberto, Bel, Catalina, Andreu, Tina, Toni... La foto inferior es la de la tienda donde trabaja Tina (un lugar mágico en Santanyí, donde venden grandes vinos y otras exquisiteces). La tienda se llama La Sal de La Vida (foto central, mía, de un ángulo del patio; y foto inferior, de la web de la tienda) y resume muy bien mi estado de "benèssere": paz, bienestar, dicha, ratos de euforia, felicidad, comodidad, desahogo, más paz, tranquilidad, belleza. Dicha. Ya estoy en Barcelona y sólo pido que esta "sal de la vida" me dure unos cuantos días más...



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