Novela: Autorretrato con mar al fondo

Hoy les vamos a hablar de la novela de temática lésbica “Autorretrato con mar al fondo” (Egales 2011), tercera novela de Mila Martínez, se puede leer perfectamente como un libro independiente, pero es recomendable hacerlo después de hincarle el diente a la primera y la segunda entrega de la serie, “No voy a disculparme” y “Tras la pared”.

Dicho esto, a los que conocéis las claves de la escritura de Mila Martínez; relaciones sentimentales y personales muy bien trazadas, querencia por la buena música que acompaña la narración como una perfecta banda sonora, sentido del humor, y pinceladas de sucesos paranormales, os va a sorprender esta tercera entrega. La capacidad de sorpresa, es ya de por sí un logro y una muestra de valentía por parte de la autora.

Dicen que cuando algo funciona no hay que tocarlo, y esa premisa, probablemente, es válida para casi todo excepto para la literatura. Escribir una y otra vez lo mismo es tan emocionante como ver dieciocho mil veces la misma película, por muy maravillosa que sea.

Escribir debe ser un acto de experimentación, de búsqueda de la propia voz, una toma de riesgos. Mila Martínez se ha arriesgado, y mucho, con “Autorretrato con mar al fondo”, ha huido conscientemente de la repetición de fórmulas que le han funcionado perfectamente en el pasado y ha optado por dar una vuelta de tuerca diabólica a la trama, otorgando un peso enorme a los sucesos paranormales que sacuden la historia como una descarga eléctrica de principio a fin.

El reto se salda con éxito. Esta tercera novela nos muestra una Mila Martínez con una voz cada vez más personal y característica, más madura como autora, que se mueve como pez en el agua en su propio universo literario y que luce una habilidad tremenda para la descripción de encuentros sexuales sin caer jamás en lo soez ni ser más explícita de lo necesario.

No voy a desvelar el argumento, ni mucho menos el desenlace de la historia. “Autorretrato con mar al fondo” es una novela distinta a las anteriores, sorprendente, por momentos desconcertante, adictiva y resuelta con notable acierto.

Por Susana Hernández, autora de Curvas Peligrosas.

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