Me refugio en ti como el torso acurrucado en un abrazo de cama:
tibio que es tu aliento y silencioso.
Duermes el tiempo de la vida y tu espalda acompaña
la luz otoñal, gris y fría
Cuántas horas que son estas horas,
sin cielos reales ni cementos recorridos
un mundo que se crea desde los vidrios y desde el escondite
y que nos ha dejado este el libro que actuamos,
este idioma que desconocemos,
el guión que hemos ido inventando
¿Qué vida es esta vida? ¿Qué río es este río?
Una tormeta que empuja las aguas por nuevos surcos,
haciendo fértil lo muerto,
inundando las rocas talladas antaño
Porque no hay planes sino emergencias,
porque no hay proyectos sino presentes:
un futuro sin futuros posibles,
en cada instante que palpitamos,
tras los miedos que lloramos,
tras cada suspiro que nos lleva
como hojas que flotan a la espera de lo venidero