¿Alguna vez has sentido que deberías decir algo, pero al final no puedes?
Es normal sentir eso, sientes una pesadez incalculable y en muchos casos altera tu estado de animo, da vueltas tu cabeza y en ciertos casos quisieras irte a un lugar lejano para dejar todo eso que te aflige atrás.
Algunas veces es sencillo superarlo y posteriormente ignorarlo, aferrándote a la idea de que es mejor guardar silencio y tal vez, y sin siquiera pensarlo haces de tu día a día una cárcel infinita que te va arrastrando por el inframundo de tu ser mortal.
Hay veces que no decimos ciertas cosas o sentimientos por falta de valentía, o no queremos ver triste a alguien más o simplemente tal vez no es el momento para efectuarlo porque sientes que falta un algo más; probablemente consideras que es prematuro… Todo ello hace que dudes de ti mismo y hace que no te sientas tan seguro y cómodo como solías serlo, es como un sin sabor tremendo y colosal, y al instante quisieras decir ¡Ya no más!, pero existe algo que te mantiene conectado a las palabras mudas que yacen escritas en lo recóndito de tu cerebro.
En ocasiones le cuentas a alguien cercano tu situación; unos te indicaran que te lances al ruedo, otros te dirán que aguardes sólo un poco más u otros tantos expresaran que lo dejes aislado permanentemente de tú mente para que así te sea fácil olvidarlo con el tic-tac de las manecillas del reloj.
Cualquiera de estos casos, te harán dudar aún más que antes, generarán en ti un extraño y distinguido fingir, y quisieras que por arte de magia y que por telepatía la otra persona ya lo supiera con el objetivo de ahorrar la vergüenza potencial que se podría generar en un posible momento incómodo.
Todo esto se ve vinculado con tus estados emocionales, y para nuestro infortunio… Son evidentes, muchas veces nos damos cuenta y lo ocultamos a como de lugar. Yo te puedo decir que, … no deberías reprimirlo (tampoco quiero decir que actúes de forma intuitiva e impulsiva), sólo que analices la situación y sin dejar pasar tiempo actúes sin más, evidentemente debes estar dispuesto a escuchar una aceptación o un rechazo posterior, pero al hacerlo podrás estar en paz si lo tomas de buena forma y con calma, y la intriga adquirida se empezará a extinguir.
Opino esto, ya que tu vida y la mía es muy corta para sufrirla de esta forma, intenta descansar de todo lo que agobia a tu mundo de vez en cuando y ya sabrás en efecto lo que en tus ensueños te aterraba y podrás simplemente superarlo en un abrir y cerrar de ojos.
Haz lo mejor para tu vida y sin perder la cabeza busca tu felicidad, y tal vez sin esperarlo, la felicidad llegue directamente a ti.
No seas tímido…. ¡Sólo hazlo!.