La loca que nos ocupa ha vuelto a las andadas. Esta vez os vengo a contar la última en la que me he decidido meter, que eso de estarme quietecita no está hecho para mí. Así que, como no puedo dejar de enredar ni de dejarme liar por lo que sea, aquí vengo a contarlo: se llama CampNaNo y es un reto literario en el que he decidido hace unos días que voy a participar.
¿Que qué es eso del CampNaNo? Bien, en anteriores entregas hemos hablado ya de lo que es el NaNoWriMo. El CampNaNo básicamente funciona igual y es lo mismo, salvo con algunas pequeñas diferencias: se organiza en los meses de abril y julio; la web es diferente, con sus consecuentes cambios en el funcionamiento; y el límite de palabras, la meta, no es algo fijo en cincuenta mil palabras, cada uno la pone en una cifra diferente, a su gusto (entre diez mil y cien mil palabras).
Bien, como soy tan inquieta he decidido apuntarme. Y tengo un par de motivos buenos para hacerlo. El primero de ellos es simple: tengo una novela que corregir, ganas de meterle mano, partes que tengo que reescribir y mejorar y la excusa perfecta para ponerme a ello. El segundo motivo que me ha llevado a apuntarme es que ya tengo el hábito de escritura hecho, muchísimo más instaurado que antes, pues escribo todos los días sin parar (y sin saltarme ni uno desde que empecé el año, logro desbloqueado), así que no creo que me cueste excesivo trabajo seguir mi método de trabajo y ponerme a ello a diario.
Hay un tercer motivo, oficioso él, que me impulsa a intentarlo: saber que podré, que puedo. Quiero convencerme a mí misma de ello con resultados tangibles y visibles. Tengo ganas de darme un impulso moral, lo necesito (como si no fuese suficiente impulso el ver que sigo con mi reto 365, que no lo abandono, y que tengo mi media diaria de palabras ahí, manteniéndose en unas cuatrocientas).
Tengo ganas de sentirme más satisfecha conmigo misma, si cabe, a pesar de esos retrocesos que a veces se sufre en la escritura. No son tiempos fáciles y es algo necesario para mí.
Así que este año, que me he propuesto que sea el mío, participo en el CampNaNo de ahora, de abril, con proyecto*ilusión y un límite que ya fijé en veinticinco mil palabras.
Ya os iré contando qué tal me va y lo que voy avanzando con ella. Mientras llega el uno de abril seguiré planificando cómo estudiaré para el próximo examen EIR. Sí, me vuelvo a presentar el año que viene. El que la sigue la consigue, y yo quiero conseguirlo.
Ah, por cierto, me presenté a un concurso literario. Ya os contaré qué tal, pero espero que vaya bien. Le puse mucha ilusión a mi texto.