Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo?, ¿Y si no fuese tan
cierto eso que dicen de que las cosas con el paso de los días se van
olvidando o eso de que las heridas no se van cerrando?. ¿Cuántas cosas
cambiarían? Es muy fácil pensar que con solo dejar pasar los días, meses
o años las cosas se solucionarán. Y lo peor es que uno se
auto-convence, y se cree que alguien que tuvo la suerte de superar un
dolor y sobre ponerse, podrá sentirse más fuerte. Sin embargo, un buen
día, quizá el menos pensado, todo lo construido, que creías tan sólido
comienza a tambalearse, porque te encuentras de nuevo cara a cara con el
dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni
te acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a
despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo
inactivo. Y quieres salir, y quieres gritar que está vivo.
Y te acuerdas
del tiempo que te costó volver a ponerte en pie.
Y también de las noches
sin dormir, de los desvelos, la angustia... de los días vacíos.
Y
aceptas que no quieres volver a vivir todo eso y que ahora
una vez en
pie toca descubrir nuevos caminos.