Nunca dejaré de quererte pues, si dejase de hacerlo, no habría río cuya agua me calmara.
No habría brisa que enredase mi cabello.
No habría sol de primavera que envolviese mi alma.
En el frío resguardé mi corazón y tú lo calentaste.
Y ahora... Ahora arde por ti y por eso, amor,
no dejaré de quererte.