- Quizás sea tarde, muy tarde...demasiado tarde...
- Nunca es demasiado tarde para el amor...
- ¿Estás seguro?
- Como nunca en mi vida. Y tú, estas segura?
- Yo de lo que estoy segura es de que cuando cumpla 50 años te voy a amar con la misma fuerza, con la misma intensidad con la que te amo ahora.
Cuando mis huesos, mis articulaciones y mi vida quiera pararse, cuando sea una viejita consumida en un mullido sillón, recordaré esto y pensaré que fui la más dichosa por vivir el amor de verdad, mi primer y único amor, el único que me importa, el único que quiero mantener por siempre vivo en mi memoria. Se lo contaré a mis hijos en forma de cuento, cambiando los nombres de los protagonistas y después se lo contaré a mis nietos y les inculcaré que nunca es demasiado tarde, nunca para el amor.