Lo parece, pero no: nunca es tarde. Bueno, a menos que la muerte esté de por medio. Pero me refiero más bien a cuando sigues vivo y tienes retos, ilusiones, objetivos y sueños. Que parecen inalcanzables, pero no tiene porqué. Si tú quieres. Si realmente quieres y lo pones como prioridad. Lo sé, hay obligaciones, necesidades inmediatas y mundanas, timings, amenazas y miedos. Propios o reales, da lo mismo porque te inmovilizan igual. Lo que está claro es que si no lo intentas no podrás conseguirlo seguro.
No te ha tocado el gordo. Lo sé. A mí tampoco. Y aunque de ilusiones se vive no vas a quedarte parado hasta el próximo sorteo de lotería, o sí? O todo lo que deseas requiere tener la cuenta del banco llena?
Nunca es tarde. No para estudiar ni para trabajar ni para cambiar de rumbo. No digo que sea fácil. Ni siquiera que debas hacerlo. Dudo que puedes. Intentarlo por lo menos. Porque es posible que aún queriendo y luchando no llegues tan lejos donde pensabas o puede que ni siquiera preveas dónde te va a llevar. Pero te habrás movido, estarás vivo en vida, puede que te abra puertas o que cierres capítulos que jo sabes porqué estaban aún abiertos.
Hablo de estudios, trabajos y, por qué no, de dinero. Pero no sólo. Ni siquiera es lo más importante. Porque nunca es tarde para empezar a hacer ese deporte que te apasiona, para comer sano, para aprender a cocinar, para disfrutar, para besar o abrazar o conocer nuevos amigos o lo que sea...
Ahora que llegamos a final de año y que harás balance y escribirás tu lista de deseos para el 2016, esa que quizá pierdas en un bolsillo agujereado o en el cajón del mes de abril como cantaba Sabina, ahora, antes de COGER el boli, recuerda, NUNCA ES TARDE!
Feliz Navidad y Feliz Año NuevoSi te ha gustado, comparte el contenido de este blog o coméntame lo que quieras. Estaré encantada. Celia