Sí, necesito desahogarme. He estado viviendo unos cuantos años fuera de Zaragoza y tengo que decir que algo ha cambiado. Y no para bien.
Que no sabía yo el mecanismo del novedoso medio de transporte oye, y me empeñé en bajar por el lado que no era, hasta que un amable viajero me indicó que la salida era por la puerta contraria.
Es lo que tiene la desconexión rural, que te pierdes los avances de la ciudad.
Pero yo estoy segura de que con los autobuses urbanos algo ha pasado en mi ausencia. Se nota. Se siente. Se padece.No es que "antes más" (como se dice en el pueblo de mi marido), fueran el medio de transporte más cómodo del mundo, pero no recuerdo yo semejantes rallies por la ciudad.