Nunca poder explicar lo que se siente al ahogarse en el tiempo, en los malditos recuerdos, que se niegan a abandonar los sueños, y esos días en los que duermes despierto.
En lo profundo de un agujero nauseabundo, inmundo, heces de las maldades terrenales, allí, encerrado, cerrar los ojos, de repente, el sol quema, la brisa y una pequeña lluvia, todo lo limpia, solo el exterior, tu alma, continua, intocable.
Los recuerdos permanecen, cuánto tiempo más podrás mantener esos, tus ojos, cerrados? Minutos, días, años? Te ahogas en el tiempo, te ahogas en recuerdos, desesperas. Es que no hay salida alguna?
La sombra vive en el bosque, y bajo ella, hay vida también, es que no puedes vivir bajo las sombras? Te asustan tus ojos cerrados, odias la luz, los días provocan tus nauseas, debes decidir, no hay lugar que escape de tus demonios.
Mézclate en el bosque, corre dentro de él, vive en sus sombras, y guíate de cuando en cuando con la pobre luz que se aventura entre sus árboles, que las imágenes pasadas no te sofoquen, que no te entristezcan, y si el futuro no da explicaciones, pues, si es necesario, derrama una lágrima, abraza tu derrota, que tu mirada consuma todo ese tiempo, mira, hasta que desaparezca, mira, hasta que dentro de ti, se arraigue, un recuerdo más. -- Blog Feed --
