Ha llegado la hora. Ha llegado la encrucijada vital del ser o no ser. O ESPAÑA O LAS AUTONOMÍAS. Y vamos a dejarnos de competencias, transferencias y demás gaitas. Lo que España no puede soportar son 17 Virreyes, 17 Gobiernos, 17 Parlamentos y miles de diputados y políticos profesionales. Ese es el verdadero cáncer y eso no puede seguir así ni un minuto más. Por tanto, ¡fuera Autonomías!. Salvo las Históricas, Cataluña y el País Vasco, y estas con clarísimas y rotundas líneas rojas infranqueables. Y si hace falta un cirujano de hierro, Bismarck, o una señora Thatcher, se inventan.
¡Hay que repristinar!.
¿Y eso que coño es?. Repristinar es volver al origen. Lo que quiere decir que para poder llevar a cabo la revolución política que hay que hacer no habrá más remedio que volver al origen, al comienzo de la Transición o incluso al momento de la muerte de Franco. Hay que empezar de nuevo haciendo tabla rasa de todo lo que se ha hecho mal y nos ha llevado donde estamos. El enfermo está en fase terminal y ya no hay más remedio que pasarlo por el quirófano y que los cirujanos saquen los bisturís y comiencen a cortar por lo sano (también habría que cortar la marioneta del Senado, reducir a 100 los señores diputados del Congreso, retirar al 100% las subvenciones a los Sindicatos, a la Patronal y a los Partidos Políticos. ¿Hay que recortar?. ¡Pues recortemos en serio!).
¿Y eso no sería un Golpe de Estado?. Ni hablar, eso sería reconocer que todo lo que se hizo desde “el café para todos” del analfabeto señor Suárez hasta el Estatuto Catalán ha sido un desastre. En cualquier caso, sería un Golpe de Estado democrático (y mejor es hacerlo desde dentro a que vengan otros y te lo hagan desde fuera).
Sí, sí, ya sé que muchos pensarán que eso, tal como están las cosas a estas alturas del 2012, es el sueño de una noche de verano. Porque ¿qué fuerza tiene este Gobierno o el que venga, o los que vengan, para imponer la desaparición del Estado Autonómico?. Pero, eso tiene una fácil respuesta. Los garantes de esa operación quirúrgica no pueden ser otros que los que constitucionalmente están para evitar la desintegración de España. Es decir, las Fuerzas de Seguridad del Estado y si preciso fuere, las Fuerzas Armadas. Naturalmente, con el Rey a la cabeza... ¡aunque vaya con muletas!.
Por Averroes, publicado por www.prnoticias.com 16/04/12