O Tempus, o Vita.
Publicado el 02 noviembre 2014 por Isabel Topham
Cada minuto se escurre entre mis dedos, escapa fugaz de mi vida y ésta, se queda vacía. Un niño llora, ríe y duerme, alguien pasa de lado dándome la espalda que siente odio, ira, rencor u otra alegría invertida hacia mí, mientras paseo de la mano de quien se muere de ganas de besarme, abrazarme y dormir conmigo. Un testigo observa la escena cuando el criminal mata y la víctima siente su maldad en la piel cuando el vigilante lo persigue y el médico procura no trabajar en vano para aquel enfermo. Los viajeros pasean por las estaciones de metro, y los autobuses circulan hacia su destino, mientras que cada billete es comprado en un punto de venta. Los segundos de una canción transcurren al ritmo del compás de la misma, y los pies del oyente se dejan llevar; mientras en una habitación alguien toca la guitarra, el piano o la armónica junto a un canto melódico de una hermosa dama llamando la atención de quien camina sin rumbo alguno, y lleva prisa. Una lágrima resbala por la mejilla de un joven mientras la radiante sonrisa de su amada ilumina el día y el ambiente de dos enamorados se tensa en el aire cuando se presencia la vista de un corazón roto. Todos los posibles casos que podría contener de lleno un simple y duradero minuto cuando tú, bueno, tú me lees a mí.