Los que ya tenemos una cierta edad, esos que nacimos en los 60s y principios de los 70s, convivimos con objetos cotidianos que, a día de hoy, más pronto o más tarde, desaparecieron de la vida cotidiana y que, mirando atrás, nos hacen esbozar una sonrisa y acordarnos de aquellos tiempo en que todo era supuestamente mejor...
Los preciosistas y frágiles adornos de Navidad
El somier de muelles
Las grandes pilas de Petaca
Las rudimentarias heladeras para hacer cubitos
Los insoportables abrelatas
Los billetes de autobús que pagabas conforme a la distancia que recorrías.
El infiernillo para calentar o cocinar
Los petardos Verdes de Valencia
El colchonero que cardaba la lana de los pesados colchones
La pera interruptor de cabezal de la cama
El álbum de Dibujo del Cole
Balancines y toboganes de puro metal en los parques para niños
Y, en su consecuencia, Mercromina para las caidas y rasguños.
El famoso BimboVisor que regalaba la marca de los productos de bollería.
El termómetro de Mercurio que nos acompañó hasta hace bien poco.
Objetos cotidianos de los Colegios como la goma arábiga o las ceras de determinada marca.
Los helados de nuestra infancia
La ranita que servía como palillero o para echar los huesos de aceituna.
Las cabinas de Teléfonos que nos asustaron tanto despuès del corto de Antonio Mercero.
Juguetes tan sencillos como "la ranita" o "La Pulga"
Las básculas de los ultramarinos y el calor del pequeño comercio
Las jeringuillas de los ATS, de cristal y metal que se hervían porque no eran desechables.
Juguetes o entretenimientos con tiras de plástico que hacía un poco más de furor en las chicas.
Y para no ser pesado, ya termino con los anuncios de la época, eso que jamás se olvidan...