Ocio y negocio

Publicado el 29 noviembre 2009 por Jaferrandez

Hace varias semanas que no os cuento mis visitas al cuarto oscuro…………… desde “Ágora”, creo. Y si que he visitado el antro unas cuantas veces:


  • Millenium 2”. Defraudado; la gracia de la primera parte por la novedad, aquí se pierde en un alarde de mala realización, aburridos actores (casi hasta Noomi “Lisbeth” Rapace) y estéticamente ni chicha ni limonada. Incluso su excusa argumental sobre el tráfico de mujeres en los países nórdicos o el intento de descubrimiento de la personalidad del periodista Blonkvist quedan muy en tercer plano como para seguirles la pista satisfactoriamente. Concluí que han perdido una buena ocasión para una miniserie de televisión.



  • Pandorum”. Satisfecho por una simpática serie B que, con algo más de pasta de lo habitual en estas producciones, mucha referencia a sus antecesoras de altos vuelos y sin ninguna pretensión moralizante consigue unos pocos sustos y suficiente tensión para hacer que merezcan la pena los 108 minutos que dura. Y la profesionalidad de Dennis Quaid ayuda mucho.




  • 2012”. Entretenido por un gran espectáculo al servicio del ego de Roland Emmerich y una puesta en escena dedicada exclusivamente a permitir que los efectos especiales sean impactantes, que lo son. La única pega quizás sean 20 minutos de más en su metraje (tuve que salir a mear hacia la mitad). Por otro lado es una pena que su prota (John Cusack) no se moje más en el papel. Sin embargo sorprende el numerito de Woody Harrelson, muy adecuado. Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que en todas las pelis USA medianamente catastrofistas, el presidente de su país es “afroamericano”? Más me preocupa el siguiente proyecto de este director: “Fundación” de Isaac Asimov una saga que debería ser de obligada lectura a toda persona que quiera dedicarse a la política. Miedo me da el reduccionismo a que nos tiene acostumbrado la industria cinematográfica cuando quiere acercar los grandes asuntos al común de los mortales pensando que son tontos todos (aunque a veces acierten).
Y para terminar,


  • Celda 211”. gratamente sorprendido y un atisbo de reconciliación con el “cine patrio”, al margen de seísmos como “Ágora” cuyo epicentro, no solo el referencial sino también el económico está “beyond our borders”. La película de Daniel Monzón es muy buena, su guión es ajustado y sencillo y francamente muy creíble, sus interpretaciones fantásticas (y eso que Luis Tosar nunca fue santo de mi devoción), la realización impecable y la puesta en escena completamente realista. Hasta el tono cromático que utiliza es una buena herramienta para no perdernos en divagaciones estéticas durante su dramático desenlace. Quizás me hubiese gustado, a mí, un final más rotundo, pero su definición sobre el bien y el mal en los seres humanos a través de sus personales itinerarios me ha parecido una aportación más que adecuada al debate sobre las justificaciones humanas a sus propios actos. Son todos los que están, pero no están todos los que son. Pero nadie es culpable antes de ser juzgado. “Malamadre” consigue hacerse aceptable porque asume su responsabilidad y no culpa al prójimo de sus propios pecados/errores. Y como líder carcelario refleja más credibilidad que muchos políticos actuales. Esto si que ha sido reduccionismo, ¿eh?

Pd.-


Por cierto, he leído unos apuntes sobre el humor y sus límites y para ilustrarlos una historieta sobre “el eterno conflicto vasco”. ¡Que queréis que os diga! Me ha hecho sonreír. Os dejo el enlace “ETA 2020” con el reconocimiento a su autor que lleva mucho tiempo reflexionando en voz alta sin ningún miedo sobre lo que ocurre en el País Vasco.


© jaferler