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Hubo un tiempo en que era sencillo que salieras silbando del cine. Y es casi seguro que 1969 fuera un año que estuviera dentro de ese tiempo. No lo haría el que escribe, que por aquella época bastante tendría con estar atento a muñecos, juguetes y correrías habituales para los tres años de edad. Pero seguro que así era para la gente que se acercaba a viajar a las Salas de cine. Tiempos en los que ir a ver una película era un acontecimiento bastante diferente al de hoy en día, con televisiones, descargas, deuvedeses y demás. Fuera de la calidad de las películas, el cine tenia algo especial.
Aquel año dejó unas cuantas melodías inolvidables para el repertorio de canciones a silbar que todos llevamos dentro, a fuerza de oirlas repetidas unas cuantas veces a lo largo de nuestra vida, tuviéramos o no tuviéramos edad de ir al cine en el momento de su estreno. Porque quien no ha silbado la melodía de “Dos Hombres y un Destino”, incluso aunque no recuerde haber visto a Paul Newman llevando a Katherine Ross en el manillar de la Bici. O hablando también de dos ruedas, pocos habrá que no conozcan, de una u otra manera, el “Born to be wild” de los Steppenwolf, canción mítica donde las haya, asociada a “Easy Rider”. Fue el año también de “Cowboy de Medianoche” y “Everybody’s talking”, de “Hello, Dolly”, con un inolvidable número para la canción del mismo título con la Streisand y Louis Armstrong, que también repetiría con la canción estrella del único film en el que el eterno seductor que es James Bond se casa, “Al Servicio Secreto de su Majestad”. O el año en el que decíamos adiós a Peter “Mr. Chips” O’Toole
También es 1969 el año de “La Leyenda de la Ciudad sin Nombre”, en el que dos duros de los más duros de la historia del cine, leáse Clint Eastwood y Lee Marvin, se marcaban unas canciones en plena fiebre del oro. La canción estrella del film, “Wand’rin’ Star” era cantada por Marvin, cuya voz fue descrita por Jean Seberg, la protagonista femenina, como “la lluvia recorriendo un tubo oxidado”. Sin embargo, su peculiar interpretación es lo que precisamente elevó la canción a la eternidad de los silbidos. Si Lee Marvin era capaz de cantarla…. cualquiera podría hacerlo.
Tiempos diferentes, miradas diferentes. Ni mejores ni peores. La nostalgia es así, y nunca tenemos nostalgia del futuro. Nuestros hijos la sentirán de este tiempo, que tantas veces a nosotros nos parece fuera de lugar. Los buenos tiempos son tan variables como las opiniones, todo el mundo tiene los suyos.
Así que haya van un puñado de canciones que probablemente sonaron en forma de silbidos o tarareos improvisados en los vestíbulos de los cines allá por octubre de 1969, en forma de lista de Spotify:
- Lee Marvin – Wand’rin’ Star
Chorus (Paint Your Wagon) – I’m On My Way
Nilson – Everybody’s Talking
Louis Armstrong – We Have All The Time in The World
John Barry – On Her Majesty’s Secret Service
Steppenwolf – Born To Be Wild
Louis Armstrong & Barbra Streisand – Hello, Dolly!
Michael Crawford & Barbra Streisand – Put On Your Sunday Clothes
RTE Concert Orchestra – Goodbye Mr. Chips: Theme
Burt Bacharach – Raindrops Keep Fallin’ On My Head
Ya van con este 40 post dedicados a la música mes a mes desde junio de 1966, todos bajo la etiqueta “Mes a mes Música 66″. Te recomiendo que les eches un vistazo. El siguiente, noviembre de 1969.
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