No tardes en venir; tengo tres cuentos para el próximo visitante.
Revista Talentos
La última vez que vine a la Oficina del olvido llegué buscando mis esperanzas muertas. No encontré ningún dependiente detrás del mostrador, pero había un letrero de vacante, un viejo sombrero de poeta y un gafete con mi nombre.
No tardes en venir; tengo tres cuentos para el próximo visitante.
No tardes en venir; tengo tres cuentos para el próximo visitante.