Escúchame princesa; los resquicios de mi mente insana no son más que cenizas que no ardieron con el fuego,cenizas que no arden ni se consumen porque siempre han estado allí.¿ lo comprendes princesa?
Me mirará,negará con la cabeza y entonces será cuando en un arrebato de furia y desconsuelo me sincere con ella. Princesa,yo...
¿Pero a dónde quieres ir con eso?
Me callaré,ese dramatismo que se respira en las películas que tanto le gustan;aunque no tengamos a mano ese tono sepia que que le hacen suspirar.
¿Me estás escuchando?
No,calla,calla,quizás estuviese mejor cambiar de lugar,no tiene porqué ser tan misterioso y bello,algo más temporal,una avenida,si,y que tenga cerca un puesto de café,donde luego iríamos y con el tenue aroma y labios candentes sus besos volverían a ser míos.¿No estás mezclando cosas?
Zink,calla,¿qué te dicho de no molestarme cuando estoy pensando?Pero siempre estás pensando...bueno,no,no siempre,pero es importante.¿De verdad? No me lo creo...Byron,tenemos que hablar.¿De qué?-De ella.¿Quién?-Ella.No sé a quien te refieres.-Lo sabes muy bien,ya estamos mayorcitos para juegos.Tú aún eres pequeño.-Y tú aún no...Calla..pefiero...no pensar.-Pero Byron...tengo que..Hasta otra Zink...
Ojala fuese tan fácil cambiar de amor como lo es cambiar de fondo de pantalla.Eh,tú,amigo mío.¿qué haces en ese rincón? ven conmigo...