Gracias por dejarme estar contigo, a tu lado.
Verás, tu apenas me conoces, pero mucho ha pasado para que en este momento, en este lugar, ambos estemos juntos.
Pero cuando despiertes, hablaremos de nuevo, vendré a verte, haré todo lo que este a mi alcance para que tu estés bien.
Empezaré diciéndote que no hay nadie, de verdad quiero decirte, NADIE que sea más importante que tu.
Han pasado muchos, muchos años y experiencias para que estemos aqui.
Mientras tu duermes me quedaré contigo, cuidando de tu cuerpo, de tus latidos y tu respiración, de todo lo que te mantiene con vida. No dejaré que nada malo te pase. De verdad te lo digo, deseo con todas mis fuerzas que estés bien.
Ojalá supieras que no he tenido un buen día
Que no he dormido.
Que no comí.
Que me siento enfermo.
Que mi familia está esperándome aunque saben que no voy a llegar.
Pero, ¿sabes? todo eso ha dejado de importarme desde que estoy contigo. No son tus problemas. Perdona, no me hagas caso. No hay nadie que sea más importante que tu. Soy tu médico y estaré a la altura de tu confianza.
Gracias por dejarme estar contigo, a tu lado. Por darme la mano ahora que acabas de despertar.