Muchos vecinos se sobresaltaron la pasada noche por el intenso viento que azotó el barrio. De hecho, algunos dicen que la sensación fue más intensa que con el Klaus, quizás provocado por la dirección del viento, ya que en esta ocasión este no fue tan fuerte (ver gráficas de lo registrado en la estación meteorológica del dique). Eso si, el agua de los inodoros volvió a moverse
Esta mañana se podían ver por las calles los efectos de este fuerte viento: tejas caídas, basura de los contenedores esparcida, canalones desprendidos y alguna que otra ventana. Por eso, nos hemos subido a un tejado para ver que es lo que ha ocurrido y nos hemos encontrado que la situación está muy peligrosa para los peatones.
Así que mientras las comunidades y sus seguros no se ponen manos a la obra, andad con mucho ojo, pues “el cielo se os puede caer encima”.